¿Qué vas a leer esta Semana Santa?

Antes uno podía quedarse en casa leyendo el listín telefónico. Eran tiempos ilustrados, en los que todo el mundo tenía una enciclopedia a mano. Dicen que Borges se entretenía escogiendo al azar palabras de las enciclopedias. Ahora miramos redes sociales a lo zapping y algunos lo llaman lectura. Tócate los eggs. Las próximas vacaciones de Semana Santa pintan a cierres perimetrales, a gástate la pasta (que no tienes) en el bar de abajo, con la vecina del tercero que no para de criticar a la vecina del cuarto. Que digo yo, que mejor quedarse en casa leyendo. Que no te pille sólo/a con tu smartphone.

Parece inteligente acopiarse de unos cuantos libros para estas atípicas vacaciones de Semana Santa, no vaya a llover o simplemente no nos dejen viajar. Tenéis que asegurar vuestro entretenimiento.

Los hermanos Muguruza formaron en 1984 el grupo Kortatu, tomando la iniciativa de ese movimiento denominado rock radikal vasco. En 1985 lanzan el álbum Aizkolari con esa mítica canción de título Mierda de Ciudad. Pongamos nuestra atención a parte de su letra, seguro que más de uno y una incorpora la música automáticamente:

Todo este sábado me lo voy a pasar

Privando en mi casa hasta reventar.

Ya estoy harto no quiero salir más

Siempre lo mismo, mierda de ciudad.

Tal y como vienen las vacaciones de Semana Santa, os vais a quedar privando, entre libros, en vuestra casita, con algún paseo matutino por vuestra urbe.

Con un poco de suerte igual nos dejan gastar en las localidades de alrededor, dar algún paseo por el monte, y ver algo del mundo radikal vasco.

Pero recordad que la cuestión es gastar. Hay determinados estudios que indican que las personas más cultas son las que más ahorran. Dicen que los libros son caros, pero también es cierto que mientras estás leyendo no estás despilfarrando. Cuestión de gustos. Que no suenen estas líneas a crítica sino a reflexión.

Hubo tiempos en los que no había confinamientos sino simplemente asedios. Corría por ejemplo el año 332 a.C. cuando Alejandro Magno, en plena campaña contra los persas, sitió la ciudad-estado fenicia de Tiro. Se habla de 8.000 tirios fallecidos frente a los 400 macedonios. 2.000 tirios fueron crucificados a lo largo de kilómetros de playa y 30.000 convertidos en esclavos. Lo de aguantar asaltos para no caer esclavo era fundamental. Ser esclavo persa tenía su cosa. Mary Renault en su trilogía sobre Alejandro Magno nos lo presenta a través de Bagoas en El muchacho persa, obra censurada en nuestro país por las connotaciones homosexuales.

Librero espartano reflexionando al atardecer

Dos años completos duró el sitio de la ciudad de San Juan de Acre (1189-1191). El sitio de Acre escrito por John D. Hosler es uno de esos ensayos históricos que cuando llegan por Re-Read Bilbao no duran un asalto. Cuenta de manera minuciosa las diferentes tácticas militares y todo el paradigma político y religioso de la Tercera Cruzada.

Nos vamos a 1565 para disfrutar de lo que ahora es un paraíso fiscal, Malta, y de un asedio que se convierte en un dramático escenario para la heroica defensa por parte de los Caballeros de la Orden de San Juan. El Otomano de David Ball es una buena novela de aventuras que mezcla los hechos históricos con la ficción.

Cádiz. 1811-1812. Guerra de la independencia española. El comisario Tizón investiga el asesinato de unas muchachas a lo largo de la ciudad. El asedio de Arturo Pérez-Reverte es una novela de ficción con el sitio sobre la ciudad de Cádiz como escenario.

En 1936-1937 se produjo El asedio de Madrid, escrito por Dan Kurzman. Es otro de esos libros descatalogados que a veces pululan por nuestras estanterías y es “secuestrado” por los buscadores de tesoros históricos de inmediato.

Vale que sí, que no nos olvidamos de Leningrado. Ese sí que fue un cerco en condiciones. 2 años, 4 meses y 19 días. Desde el 8 de Septiembre de 1941 al 27 de Enero de 1944. Sin bares. La peña comiéndose palomas, gatos y ratitas presumidas. Canibalismo que llegó a la compraventa de cadáveres. Cómo no mencionar la obra de Antony Beevor. Sobre este punto en concreto, la editorial Crítica ha publicado El sitio de Leningrado (1941-1944) de Michael Jones.

Como podemos ver a lo largo de la historia, han sido varios los motivos que han llevado a la población a encerrarse en sus murallas. Sobre todo por guerras y ambiciones. Eran tiempos convulsos en los que la gente aguantaba lo que les echasen porque se jugaba la vida en ello.

Ahora también nos la jugamos, pero tal vez, y simplemente es otra de nuestras reflexiones sin crítica alguna, tal vez como no oímos las catapultas al otro lado del Nervión, ni escuchamos el murmullo de las tropas enemigas acercándose por el Pagasarri, ni mucho menos el silbido de las bombas de la Luftwaffe cayendo en picado desde Mallona, todo esto del coronavirus nos supera un poquito.

No hemos hablado de confinamientos por enfermedades. Es que esto lo tenemos ya muy visto. Es que hay que ser muy morboso para leer, con la que está cayendo, a Albert Camus en La peste, o La joven de la perla de Tracy Chevalier, Epidemia del olvidado Frank Slaughter o La plaga de Ann Benson.

Menos mal que por lo menos ayer ganó el Athletic y a falta de vacaciones de cuaresma nos esperan dos finales. Que hay que ganarlas.

Nosotros, por si acaso, por si perdemos las dos finales y entramos en depresión profunda, que añadido al confinamiento puede ser fatal para el bienestar bilbaíno, os vamos a recomendar que os hagáis con Tus zonas erróneas de Wayne Dyer, por aquello de la superación personal y por echarle un par de huevos a la situación.

Es viernes y tenemos todo el fin de semana por delante para leer y disfrutar paseando por vuestra librería preferida en esta maravillosa ciudad que es Bilbao.

Gastar y consumir todo lo que podáis en Bilbao, que es una gran ciudad a la que no aplica el calificativo peyorativo de la canción de Kortatu.

Nota de La Librera Natalia: desde Re-Read Bilbao pedimos disculpas a todos los bilbaínos de bien. Ha sido un desgraciado error por parte del redactor de este blog poner en duda las victorias de las dos finales del Athletic. El redactor ya ha sido castigado a lo Papillon de Henri Charrière.

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